¿Están sanos tus riñones?
La detección y el tratamiento de la enfermedad renal crónica, en etapas tempranas, pueden evitar o retrasar el avance a situaciones más graves…
Por ello que se aconseja:
Realizar un control preventivo a partir de los 50 años de edad.
Mantener una presión arterial menor a 130/80 mm Hg, y en caso de ser diabético o tener proteínas en la orina una presión arterial menor a 120/70.
Iniciar un tratamiento para dejar de fumar.
Controlar la diabetes.
Evitar los medicamentos que pueden dañar tu riñón, como los antiinflamatorios sin prescripción y/o control médico.
Realizar actividad física acorde a tus posibilidades, como caminar rápido, andar en bicicleta, trotar suave durante 30 minutos.
Mantener un peso adecuado.
Regular el consumo de sal; NO más de 5 gramos. (1 cucharadita por día). En las Etiquetas de los productos, 1 cucharadita, equivale a 2.000 mg de sodio, (leer las etiquetas para saber cuánto sodio contienen).
Evitar poner el salero en la mesa.
Cocinar sin sal, condimentar con hierbas aromáticas y especias.
Consumir más comidas caseras y menos comidas pre-elaboradas como: (prepizzas, hamburguesas, productos de panadería, pastas rellenas, mostaza, kétchup, etc.)
Evitar los alimentos con alto contenido de sodio: palitos, papitas y maní salado, fiambres, carnes o pescados en lata, cubitos y sopas instantáneas, quesos, salsa de soja entre otros.
Sumar a la dieta diaria frutas y verduras variadas, 5 porciones al día: consumirlas en medio de plato de verduras durante el almuerzo, y medio plato en la cena. De postre de 2 a 3 frutas al día.
Limitar hasta cinco las porciones semanales de carnes rojas y blancas, favoreciendo la protección de los riñones y así mejoran la calidad de vida.